Judo: un deporte no sólo para niños
- Sara Pistola
- 14 dic 2016
- 3 Min. de lectura
Con más de 130 años de historia, el judo lleva años entre los deportes con más federados en España de los rankings y, sin embargo, se escucha muy poco en los medios sobre esta disciplina. Por eso, en Levanta! hemos querido transmitiros el espíritu del deporte acudiendo, una vez más, a un entrenamiento de la mano de uno de sus protagonistas. En esta ocasión, Ismael Rodríguez Castiñeira nos habla de todo lo que necesitamos saber para dejarnos atraer por el judo.

Este arte marcial japonés consiste básicamente en derribar al contrario haciendo que caiga con la espalda completamente apoyada en el tatami, tapiz acolchado sobre el que se practica el deporte. Aunque también se puede derribar al contrario mediante estrangulaciones o luxaciones, si el judoka que las recibe palmea sobre el tatami en señal de rendición.
La puntuación máxima en combate es ippon. Si la consigues, ganas. Las otras: yuko y Waza-ari se conceden en función de cómo haya caído el contrincante. Si ha caído de costado, media espalda… La regla máxima y más importante es que no se puede pegar, ni morder, ni practicar ningún gesto antideportivo sobre el contrincante. Existen otras reglas más complejas de cara a la competición que os animamos a averiguar practicándolo vosotros mismos.

Si os animáis, lo primero y fundamental que os enseñarán es aprender a caer, es decir, a hacer las caídas de espalda para no sufrir daños. Y a partir de ahí se va avanzando para aprender distintas técnicas, agarres y mejorar los aspectos físicos necesarios para optimizar el entrenamiento.
Los niños representan el 70% de todos los practicantes. El judo es un deporte que se oferta en casi todos los colegios de España como actividad extraescolar, lo que sin duda es un indicador de los muchos beneficios que conlleva su práctica, tanto a nivel físico como mental y educativo. La iniciación al judo es una forma de descubrir el cuerpo. Además, se ha probado ser beneficioso para niños hiperactivos, con problemas mentales o en niños y adolescentes procedentes de familias disfuncionales, que presentan problemas de conducta.
Y es que el origen asiático de esta actividad se nota en la práctica. Antes de empezar la clase, el sensei se coloca de frente a sus alumnos ordenados en fila comenzando por el judoka más aventajado y, al terminar, se saludan nuevamente. Ismael nos dice que: "Esto no es futbol, no se le protesta al árbitro". De esta forma, al finalizar la clase no solo se ejercita el cuerpo sino que se aprenden otras aptitudes como el respeto, el orden o la disciplina.
Sin embargo, sus beneficios no se reducen al ámbito infantil. En Club Judo Arteixo nos cuentan que tienen un alumno ahora mismo de 72 años, que sigue los entrenamientos a la perfección. Un deporte para todos los públicos en toda regla que, tal y como nos explica Ismael, depende del enfoque que le queramos dar. La competición exige empezar a una edad temprana, así como mucha dedicación y fortaleza física. Pero una práctica lúdica es igualmente posible sin tanta dedicación y, permite disfrutar de sus beneficios e incluso conseguir cinturones.

Los cinturones en judo es quizá uno de los aspectos más conocidos para el gran público, aunque su funcionamiento exacto suele escapársele a muchas personas. En Occidente, los cinturones son siete y empiezan con el color blanco, al que siguen el amarillo, el naranja, el verde, el azul, el marrón, el negro y posteriormente se aumenta por medio de los dan. Para tener el negro es necesario tener por lo menos 15 años.
A diferencia de lo que muchos piensan, el negro no es el último cinturón posible. Los colores del cinturón para los grados del dan en el judo son: del 1º al 5º dan, negro; del 6º al 8º dan, rojo y blanco y, por último, 9º y 10º dan, rojo. En España, el máximo conseguido es el 9 dan, del maestro Young Lee Joo, único en nuestro país.

En definitiva, salvo en contadas excepciones como enfermedades graves que afecten al aparato locomotor (como la osteoporosis), este deporte lo puede practicar cualquier persona con las limitaciones propias de cada uno. Una actividad que combina perfectamente la fuerza, la táctica de combate y la técnica.
Para la práctica del judo es necesario contar con el material deportivo adecuado: un uniforme o judogi, y la superficie sobre la que se practica: el tatami. El judogi está compuesto por una chaqueta y un pantalón, además del cinturón, que son de algodón resistente para permitir los agarres, y el tatami que es una superficie que, sin ser demasiado blanda, impide que se produzcan daños en las caídas.
Muchas gracias al Gimnasio Fibra, en A Coruña, por dejarnos acudir al entrenamiento. ¡Esperamos haberos animado a practicar este deporte!
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